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MCLAREN SENNA: LLEGA LO MÁS SALVAJE DE WOKING

A la espera de la llegada del triplaza conocido como BP23, McLaren nos presenta el modelo más radical visto hasta la fecha. Para ello se han servido de un nombre tan histórico como el del piloto brasileño y de una tecnología heredada de la máxima competición. Habrá únicamente 500 unidades y debutará en el próximo Salón de Ginebra.



Conocíamos hace un tiempo que McLaren estaba preparando algo ‘muy gordo’ en sus instalaciones de Woking, algo digno de una firma con un extenso historial tanto en la competición como en sus modelos de calle y que ahora, ambos mundos, se han juntado para crear el vehículo más salvaje visto hasta la fecha totalmente legal para circular por carretera, el McLaren Senna.

Habíamos escuchado alguna que otra información al respecto y todas apuntaban a un proyecto denominado P15, ideado para conceder un sustituto al portentoso P1. Ahora, ya es una realidad y el nuevo supercar de Woking adopta el nombre de un piloto legendario como Ayrton Senna.



Si nos fijamos en su aspecto exterior, contemplaremos un modelo que parece llegar directamente de los circuitos debido al agresivo aspecto que presentan sus líneas recubiertas de fibra de carbono con multitud de aperturas a lo largo de la carrocería para mejorar tanto la aerodinámica como la refrigeración de frenos y motor. En líneas generales está bastante inspirado en el 720S, del que hereda varios elementos, pero añade nuevos paragolpes delantero y trasero, un enorme alerón trasero regulable, un difusor doble, unos grupos ópticos muy finos dispuestos horizontalmente y un sistema de escape con tres salidas centrales.



El peso es uno de los puntos fuertes del Senna y eso se nota en gran parte de la carrocería construida en fibra de carbono al igual que su chasis monocasco, heredado y mejorado del 720S, y de las puertas construidas del mismo material y que cuentan con dos zonas acristaladas. Todo esto hace que el peso total del conjunto sea 1.198 kilos, es decir 220 kg más ligero que el 720S.

La suspensión y los frenos tenían que estar a la altura de las circunstancias y para ello desde McLaren han recurrido a un sistema de doble horquilla heredado del mismísimo P1 con amortiguadores hidráulicos regulables en compresión y rebote. El equipo de frenos cuenta con discos carbo-cerámicos y a su vez reciben una ayuda extra en las frenadas con la aerodinámica activa. Los neumáticos han sido diseñados especialmente y son unos Pirelli P Zero Trofeo R. Por último, cuenta con un sistema de dirección hidráulica que promete transmitir cada centímetro de la carretera al volante.

La otra parte fundamental de este proyecto es su propulsor V8 de 4.0 litros que entrega nada más y nada menos que 800 caballos con un par máximo de 800 Nm. Cuenta, entre otras cosas, con lubricación por carter seco, cigüeñal plano, dos turbocompresores gemelos twin-scroll con válvulas de descarga accionadas electrónicamente y con un volante de inercia aligerado. Toda esa potencia se transmite a las ruedas traseras a través de una caja de cambios de doble embrague con siete relaciones. Por ahora, no se conocen las prestaciones oficiales del Senna.



El interior es bastante sencillo y se inspira claramente en los modelos de competición con un cuadra de instrumentos muy austero acompañado de una gran pantalla central en el salpicadero. La fibra de carbono está presente por todo el habitáculo y además cuenta con varios botones en el techo similar a los vehículos de competición. El volante de tres radios es bastante minimalista y ha sido desprovisto de cualquier botón con el fin de evitar distracciones.